Historia de los Protectores bucales

Un protector bucal es un dispositivo de protección que cubre los dientes y las encías para prevenir y reducir posibles daños en caso de contacto, choque o golpe.

Hace cientos de años los antiguos atletas griegos mordían correas de cuero para conseguir una ventaja en la competición, sabían que conseguían ventaja, pero desconocían las causas.

El primer protector bucal fue desarrollado en 1892 por Woolf Krauze, un dentista londinense. Phillip Krauze, su hijo, también dentista y boxeador amateur perfeccionó el diseño protegiendo también las encías, fabricándolos a partir de hule.

El primer uso registrado de protectores bucales fue para los boxeadores en la década de 1920. Se convirtió en el primer deporte que los requirió de manera oficial.

Estudios sugieren que el protector bucal hecho a medida, no sólo protege los dientes, sino que además de mejorar el rendimiento deportivo, disminuye las tensiones producidas por la competición.

Por curioso que parezca las investigaciones demuestran que los atletas son más fuertes, tienen más resistencia, e incluso saltan más alto cuando usan los protectores bucales especialmente diseñados.