3
febrero
Las lesiones dentales en deportes de contacto, como el hockey, son accidentes de los que algunos jugadores han sido víctimas.
Es algo que se puede tomar con normalidad viendo que es un deporte en el que se juega con un palo y una bola dura.
Las bolas elevadas, los gestos imprudentes o una mala técnica para defender el uno contra uno… son algunas de las situaciones que provocan estos accidentes, y aunque el reglamento de este deporte ha evolucionado con sanciones para algunas de ellas para aumentar la seguridad del juego, es imposible evitarlas todas.
El impacto de una bola, un palo o simplemente un codazo puede no sólo producir la fractura de un diente, sino la laceración de los tejidos orales, es decir, heridas; o incluso la fractura de la mandíbula.
En la consulta del dentista se encuentran a diario las consecuencias de estos traumatismos en el deporte.
Además normalmente no se producen en la muela de más atrás, sino en incisivos superiores, siendo el mayor reto para el profesional conseguir un resultado estético aceptable para el paciente.
Asi pues, vamos a empezar a hablar de la importancia del protector bucal en un deporte de contacto y con tantos adeptos como es el Hockey. Lo primero que debemos remarcar, es que, pese a ser un deporte de contacto directo un gran porcentaje de jugadores de todas las categorías independientemente de la edad no lo utiliza.
Estos dispositivos protegen dientes, tejidos blandos, la mandíbula e incluso pueden dismimunir el riesgo de sufrir una conmoción y una hemorragia cerebral si sufrimos un golpe en la cara, al amortiguar este impacto y evitar que la parte más alta de la mandíbula golpee y rompa la base del cráneo.
El protector bucal que utilicemos en la práctica deportiva deberá cumplir unos requisitos básicos:
Tipos de Protectores Bucales
Aunque existen de más tipos, los que más mercado tienen son los de ‘hervir y morder’, y los protectores bucales hechos a medida.
Los de ‘hervir y morder’ se compran en comercios y farmacias afines, pero permiten ser adaptados a la boca del deportista sumergiéndolo en agua caliente y luego adaptándolo manualmente dentro de la cavidad bucal.
Los protectores personalizados o hechos a medida (ProtectMC) son los que realiza el protésico dental a partir de un molde tomado por un dentista o el propio usuario.